APLICACIÓN DE TOXINA BOTULÍNICA

APLICACIÓN DE TOXINA BOTULÍNICA
COSMÉTICA
Las primeras señales del envejecimiento suelen ser arrugas alrededor de los ojos, la frente, las mejillas y los labios.
Existen dos tipos de arrugas: las arrugas dinámicas y las arrugas estáticas. Las arrugas dinámicas se producen por el movimiento de los músculos de la cara cuando uno sonríe, se ríe o entrecierra los ojos. A menudo se encuentran alrededor de los labios, en la frente y entre las cejas. También están las “patas de gallo” en la esquina de los párpados. Estas arrugas con el paso de los años se van profundizando y marcando, de manera que lleguen a ser visibles aún sin realizar ninguna expresión facial.
La toxina botulínica puede utilizarse para hacer que estas arrugas dinámicas sean menos visibles. La toxina botulínica bloquea la contracción de los músculos con lo cual se reducen las arrugas existentes y previniendo la formación de nuevas arrugas. Este efecto dura aproximadamente entre 3 y 6 meses.
MANEJO DE MOVIMIENTOS ANORMALES DE LA CARA
La infiltración local de toxina botulínica se considera el tratamiento de elección y más eficaz en la mayoría de las distonías focales, entre las cuales tenemos: blefaroespasmo, espasmo hemifacial y mioquimias.
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TRATAMIENTO DE OTRAS PATOLOGÍAS OFTALMOLÓGICAS
En el campo de la oftalmología cada vez más se usa la toxina botulínica para el tratamiento de diversas patologías como: estrabismo, parálisis oculomotoras, el chalazión, el entropion espasmódico, la retracción palpebral, la ptosis de la ceja, quistes de párpados (hidrocistomas), manejo de lagrimeo involuntario (lágrimas de cocodrilo).




